Odyseo andaba cierto día cazando al pie de las montañas de Delfos, cuando encontró en su senda a dos doncellas cogidas de la mano. Una tenía cabellos de violeta, ojos transparentes y labios graves; y le dijo: "Yo soy Areté". La otra tenía débiles párpados, manos delicadas y senos tiernos; y le dijo: "Yo soy Tryphé". Y ambas agregaron: "Elige entre nosotras". Pero el sutil Odyseo repuso sabiamente: "¿Cómo podría elegir? Sois inseparables. Los ojos que han visto pasar a una de vosotras sin la otra no han sorprendido sino una sombra estéril. Así como la virtud sincera no se priva de los goces eternos que la voluptuosidad le depara, así la molicie vendría mal sin cierta grandeza de alma. Os seguiré a las dos: mostradme el camino". No bien hubo acabado, confundiéronse las dos visiones, y conoció Odyseo que había estado hablando con la grande diosa Afrodita.
Leer más...
Categoría de nivel principal o raíz: Daemones
Categoría: Mitología